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Aparte del hecho de lo mal que sabe, beber agua salada es una mala idea ya que provoca deshidratación.

Por ejemplo, si te tomas unos sorbos de agua salada, tu cuerpo tendría que orinar más agua de la que bebiste para librarse del exceso de sal, lo cual te dejaría más sediento de lo que estabas antes.

El agua de mar puede desalinizarse para bajar los niveles de sal hasta alcanzar el nivel de potabilidad, pero las técnicas empleadas implican un uso intenso de energía.

Algunos animales han desarrollado métodos para librarse del problema del exceso de sal en el agua. Por ejemplo, los albatros poseen unas glándulas especiales, justo debajo de las cuencas de los ojos, que extraen la sal del agua que traga este ave y que luego se excreta en forma de solución salina a través de la punta de su pico.