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Al son de villancicos europeos y bailes típicos fue iluminado este viernes el árbol navideño de 26 metros que adornará el centro de la Plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, en estas fiestas decembrinas.

El encendido corrió a cargo del cardenal Giovanni Lajolo, presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, quien agradeció de parte del Papa Benedicto XVI, a las autoridades civiles y religiosas presentes durante la ceremonia.

Proveniente de la zona italiana de Val Badia, en el Trentino Alto Adige, se trata de un abeto "perfectamente cónico" de aproximadamente 140 años de antigüedad, 45 centímetros de diámetro y más de tres toneladas de peso.

El pino fue cortado en los bosques del Valle del Cuerpo Forestal de San Vigilio del municipio de Marebbe, que junto con las localidades de San Martino in Badia, La Valle, Badia y Corvara, en la Provincia de Bolzano, patrocinaron la donación.

Fue decorado con más de dos mil esferas brillantes en dorado y plateado, las cuales, junto a cientos de lámparas, iluminaron el pino en medio de una fría tarde romana que pronto se convirtió en noche.

En la inauguración no estuvo presente Benedicto XVI, quien había recibido el mediodía de hoy, en audiencia en el Palacio Apostólico, a la delegación oficial que vino desde el norte de Italia para presentar el abeto.

Durante ese encuentro, el Papa subrayó que el árbol fue cortado "sin dañar la vida del bosque" y es un "significativo símbolo del nacimiento de Cristo, porque con sus hojas siempre verdes recuerda la vida que no muere".

"El árbol y el nacimiento son elementos de aquel clima típico de la Navidad que forma parte del patrimonio espiritual de nuestras comunidades", apuntó.

El obispo de Roma indicó que este tiempo vive un clima impregnado de religiosidad y de intimidad familiar, que se debe conservar también en las sociedades actuales, donde prevalecen "la carrera al consumo y la búsqueda de bienes materiales".

"La Navidad es una fiesta cristiana y sus símbolos constituyen referencias importantes al gran misterio de la encarnación y del nacimiento de Jesús, que la liturgia del tiempo de Adviento y de la Navidad evocan constantemente", estableció.

A un lado del árbol aún se encuentran las grandes telas que cubren el nacimiento de la plaza, el cual será inaugurado oficialmente la tarde del próximo 24 de diciembre, pocas horas antes de que el Papa presida la misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro.