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El 63% de los españoles rechazaría a una persona por su olor, frente al 37% que lo haría por su físico, sobre todo las mujeres, mientras que para los hombres ambos factores provocan una reacción similar.

Así lo pone de manifiesto un estudio sobre el olfato y las emociones presentado hoy en rueda de prensa por Laboratorios Vicks y elaborado por la empresa especializada en estudios de mercado, GFK Emer, sobre una muestra de 1.009 entrevistas a personas mayores de 15 años.

León Ezcurra, director del departamento internacional de GFK Emer, dio a conocer las conclusiones del trabajo, entre las que destaca que más del 75% de los españoles considera el olfato como uno de los sentidos más importantes, especialmente los madrileños y los andaluces, mientras que en Cataluña y otras regiones del norte lo valoran menos.

El estudio incide en la importancia del olor en las relaciones personales. Así, para dos de cada tres ciudadanos (63%) es un factor de rechazo al otro, más que el aspecto físico. Incluso el 80% de los entrevistados está bastante o muy preocupado por su olor corporal de cara a los demás. En este caso son los valencianos y andaluces los más conscientes de la importancia de su aroma personal.

"En este siglo la higiene personal es muy importante. Por eso la persona que huele mal es rechazada y se convierte en un excluido social", indicó la psicóloga Mariana Segura.

"Es innombrable que alguien huela mal en nuestra sociedad", aseveró, al tiempo que anadió que "la primera impresión en una cita, en una entrevista, tiene mucho que ver con el olor a limpio".

A su juicio, "el olfato es un sentido que influye en el conocimiento que las personas tenemos con la naturaleza, con los demás y con nuestro propio pasado evolutivo".

De tal manera que, según el trabajo, este sentido tiene una dimensión lúdica, al permitir acceder a sensaciones placenteras (el amor, el pan recién hecho, las flores, las frutas, el café, la tierra mojada, la hierbabuena...), y también de advertencia ante posibles peligros (humo, tormenta, gas, alimentos en mal estado...).

Recuerdos del pasado y sexualidad

En cuestión de aromas, el preferido para más de la mitad de los ciudadanos es el de los seres queridos, más que los perfumes o los olores culinarios. Pero, según el trabajo, otros que "nos hacen sentir bien" son los florales, los herbales y los cítricos.

Es más, el olor tiene un claro poder evocador y estimulador de la memoria. Así, ocho de cada diez entrevistados asegura que les trae recuerdos del pasado, algo que les ocurre especialmente a las personas de 15 a 34 años y menos a los ciudadanos de más de 65 años.

Al respecto, la psicóloga Segura explicó que "más allá de su capacidad sensorial, el olfato tiene un componente emocional muy fuerte, por lo que los aromas nos evocan recuerdos, nos motivan sensaciones, nos transmiten deseos, nos potencian apetitos".

Los recuerdos vinculados a los olores suelen asociarse fundamentalmente a situaciones vividas (40% de los casos), a la infancia (32%) o a personas conocidas (24%).

Más allá de la evocación, el aroma tiene también importancia en la química sexual. Para el 25% de los entrevistados, el olor es una de las principales armas de seducción. Y son los aromas suaves más que los intensos los que más potencian el apetito sexual, según opinan ocho de cada diez españoles.

Finalmente, la psicóloga Segura destacó el pasado árabe de España en el sentido de civilización, al igual que la hindú, que ha sabido crear una cultura de aprendizaje de los sentidos, ese gusto por "saber vivir con los cinco sentidos".

Indicó que el estrés y la vida agitada que llevamos hace que olvidemos ejercitar otros escenarios, como el sentido del olfato, que "nos permite regular, permitir y enriquecer" las relaciones personales, además de otros disfrutes, por lo que instó a no perder ese gusto que recibimos de nuestros ancestros.