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Se habla mucho de la televisión por Internet. Por eso hemos decidido probar las distintas fórmulas que hay para ver la tele desde la Web. La última que hemos descargado e instalado en uno de los ordenadores de la redacción es Miro, en su versión 1.0. Un programa gratuito que, en su carta de presentación, promete miles de canales accesibles de forma libre y contenido en alta definición para nuestro ordenador.

Para empezar, hay que aclarar unas cuantas cosas. No se trata de un programa que nos permita ver canales de la tele tradicional, como hacen zattoo.com o JLC´s Internet TV. Los 2,953 canales gratuitos a los que hemos podido acceder al probar el programa son todos canales exclusivos de Internet. Es decir, páginas que recopilan vídeos para verlos en directo, como pueden ser los documentales en alta definición de National Geographic, noticias de la FOX o podcasts de blogs tan populares como Boing Boing.

Para hacer zapping con este programa, elegimos cualquiera de estos canales y nos muestra en pantalla sus últimos vídeos disponibles, para cargarlos aparte. Además, el programa cuenta con una pestaña especial para buscar vídeos en YouTube y otros portales de vídeos, como Google Video. En realidad Miro, más que una tele, es un programa pensado para cargar y reproducir en una misma ventana, tanto los vídeos de Internet como los que tengamos almacenados en nuestro propio disco duro.

Tras descargar e instalar el programa (un fichero de 23,3 megas), lo primero que nos pregunta es si queremos que Miro indexe nuestro disco duro, para buscar los vídeos que tengamos y poder reproducirlos directamente en su ventana. De esta forma, centralizamos en un solo programa todos los vídeos del ordenador y de Internet.

Una vez explicado el concepto de para qué sirve Miro, tenemos que daros nuestra impresión sobre su uso. Y es bastante decepcionante. Usándolo con una conexión de 3 megas de velocidad, que está por encima de la media en España, el programa es lentísimo. Aunque no le permitamos que busque los vídeos de nuestros disco duro. Cada vez que iniciamos el programa todos los canales que tenemos en la barra izquierda de favoritos comienzan a cargarse a paso de tortuga. Para colmo, buscar un vídeo en YouTube es desesperante, con lo que uno finalmente opta por abrir la propia página en su navegador web.