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Un joven canadiense se propone encontrar su trabajo ideal en 12 meses | Para ello probará 52 empleos distintos durante las 52 semanas de su particular año sabático

La han llamado Generación Y, Generación ‘Peter Pan' y hasta Generación iPod. A los nacidos a partir de 1981, los que vinieron después de la famosa Generación X, de aquellos Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados que trajeron consigo el baby boom, les ha llegado el momento de saltar de la universidad al crudo mundo laboral. No se conforman con un empleo estable, quieren que su trabajo les apasione, y para ello están dispuestos a sacrificar su estabilidad y a buscar hasta la saciedad hasta que consigan averiguar a qué quieren dedicarse durante el resto de sus vidas.

Es el caso de Sean Aiken, un canadiense de 26 años que, tras acabar sus estudios de Administración de Empresas ha decidido tomarse un año ‘sabático' muy especial para encontrar un trabajo que se ajuste a sus necesidades y decidir qué quiere hacer con su vida.

La dinámica es simple: probar 52 trabajos, uno por semana del año, y dejar constancia de su aventura en una página web a través de vídeos y un blog. Sean no cobra: pide a las compañías que donen lo que gane a una ONG que intenta evitar la pobreza infantil en Canadá, y se mantiene con el único patrocinio que ha conseguido: una compañía de búsqueda de trabajo por Internet que le proporciona mil dólares al mes para "transporte" a cambio de que su logo aparezca en su web, ‘One Week Job' (Trabajo de una semana).

Fotógrafo, dependiente o panadero

Claro que, con estos ingresos, sus fondos son escasos, y Aiken tiene que alojarse en casas de voluntarios que quieran acogerle o hacer autostop en muchas ocasiones. El joven ‘idealista', que esta semana ha comenzado su semana número 36 como fotógrafo en Manhattan, comenzó su hazaña el pasado 26 de febrero y ya ha probado su suerte como dependiente en una tienda, animador en un acuario, ayudante de una clínica veterinaria, camarero en un bar, panadero o broker, entre otras muchas profesiones.

Desde julio le acompaña en su aventura uno de sus mejores amigos, Ian MacKenzie, que se ocupa de la grabación y producción de las pequeñas piezas de vídeo que cuelgan de la web y dan testimonio del "viaje" de Sean.

Probablemente, éste habrá acumulado en poco más de ocho meses más experiencias laborales que cualquier otra persona de su edad. Sin embargo, según explica, no pretende que uno de los empleos por los que pase durante el año se convierta en su trabajo ideal, sino que quiere "probar distintas posiciones" y "llevarse un poquito de cada una" para tratar de entender qué es lo que necesita "para ser feliz".

Un nuevo héroe

A pesar de que la idea pueda parecer chocante en un primer momento, Sean ya se ha convertido en un nuevo Robin Hood que ha conseguido recaudar casi 15.000 dólares -más de 10.000 euros- para una ONG al tiempo que intenta construirse un futuro mejor. Por supuesto, ya cuenta con un ejército de fans de todas las edades que no paran de escribirle cartas y mensajes de apoyo, que él publica en su web.

Gina, una candiense de 40 años, le da las gracias por convertirse en su "inspiración" para encontrar un empleo. Emily se confiesta "impresionada" y Jeremy le agradece lo que hace por considerarlo "motivador para una generación que tiene suficiente dinero para comprarse un iPod Nano y ropa de diseño". Erin, por su parte, le anuncia que gracias a él, finalmente ha dejado su trabajo para buscar uno que realmente le apasione y Adam le cuenta que gracias a su proyecto está "empezando a replantearse sus elecciones en la vida".

Con 16 semanas aún por delante, los potenciales empleadores aún tienen tiempo de proponerle trabajo a Sean, que explica en su página que le gustaría escribir un libro contando sus experiencias cuando finalice su proyecto, así como "pasarle a alguien el relevo" para que pueda vivir una experiencia similar, afirma. "Hice una promesa por pasión y creo que tú también deberías hacerte esa misma promesa hoy", sentencia Sean en su web, que ya se ha convertido para muchos en toda una filosofía de vida.