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MADRID.- El deshielo de la Antártida se acelera. O, por lo menos, en la parte occidental del continente helado, donde un estudio de la Universidad de Bristol publicado en la revista 'Nature Geoscience' ha llegado a la conclusión que se perdieron 132.000 millones de toneladas de hielo en 2006, una cantidad muy superior a los 83.000 millones de toneladas calculados en 1996.

Los colores muestran la velocidad de desagüe de los glaciares en los océanos. La escala es de metros al año.

¿Esto es mucho? Pues como especifica el investigador de la universidad británica Jonathan Bamber: «4.000 millones de toneladas de hielo son suficientes para dar de beber a toda la población del Reino Unido durante un año». (Osea que el volumen fundido en 2006 habría abastecido a este país durante 33 años).

En lo que concierne a la Península Antártica, los investigadores han calculado que en 2006 se produjo una pérdida de 60.000 millones de toneladas hielo. Mientras que en la parte oriental, la situación parece estable y no se registran ni pérdidas ni ganancias. Eso sí, los investigadores advierten que aunque el balance de este área sea casi cero, la evolución de este sector marino potencialmente vulnerable podría cambiar en un futuro cercano.

El estudio publicado en 'Nature Geoscience' se realizó a partir de datos de satélite que cubren un 85% de las costas antárticas. Los investigadores estimaron el flujo del hielo hacia el océano y lo compararon con simulaciones de nieve, obtenidas a partir de modelos climáticos regionales.

El trabajo llama especialmente la atención sobre la dinámica de los glaciares, cuyos cambios considera significativos y que pueden controlar el balance del volumen de hielo.

La conclusión es que en los últimos diez años la pérdida de hielo ha aumentado un 75%, siendo las zonas más afectadas el sector del Mar de Amundsen, en la Antártida occidental, y la punta más al norte de la Península Antártica.