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Son 45 pisos construidos en la confluencia de las calles Londres y Villarroel y que tenían que haber sido adjudicados en el macrosorteo celebrado en febrero del año pasado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Ahora, sin embargo, se está a la espera de que se resuelva una demanda interpuesta por los vecinos de la zona donde denuncian que el edificio se construyó sin tramitar el proyecto y sin ajustarse a los criterios legales vigentes en relación a la altura y a los materiales empleados.

Un juez ha parado ya tres veces las obras de construcción del edificio que incumple la normativa municipal de destinar 2.000 metros cuadrados a zona verde en cualquier obra nueva que se haga.

Pendientes de la sentencia

El ayuntamiento confirmó ayer que una vez haya sentencia, los 45 pisos de protección oficial se adjudicarán a jóvenes.

La abogada de los vecinos, Anna Valls, ha matizado que "si se recurriera la sentencia el proceso podria alargarse cinco años más".

Buena parte de la isla de casas ha estado renovada. Las obras comenzaron hace cuatro años y actualmente ya se ha estrenado una escuela, el CEIP Mallorca, y un aparcamiento municipal en los bajos del edificio.

El cierre de vidrio de la portería ha sido sustituido por placas metálicas cerradas con un candado. En la entrada ya hay graffitis que evidencian el paso del tiempo.