Jim Avignon, el pintor más rápido del mundo

El artista berlinés Jim Avignon es un caso especial dentro del mundo del arte. Siempre fiel a sus principios, prefiere que el arte sea algo a lo que todos tengamos acceso, vendiendo sus cuadros a precios, que en el ámbito de las galerías de arte y museos, podrían sonar ridículos. Pero él lo tiene muy claro, según sus propias palabras prefiere "vender mil cuadros a un euro que un cuadro a mil euros".

Obra de Jim Avignon

Su carrera como artista empezó de manera autodidacta exhibiendo sus obras en clubes de techno. Pero realmente se dio a conocer a un público más amplio cuando en la 'Documenta de 1992', en Kassel, se dedicó a pintar un cuadro de gran formato por día para destrozarlo al llegar la noche. Había denunciado el lado más capitalista y elitista del arte, simplemente quitando el valor a una obra de arte al destruirla en el mismo día de su creación. Las críticas de los sectores más ortodoxos del mundo del arte no se hicieron esperar. Después en otra acción en Francfort, llegó a pintar 800 cuadros para regalarlos a los asistentes.

Con estas acciones sentó las bases de su discurso, planteando el valor del arte en un contexto tradicional como son los museos o galerías, para ofrecerlo a las personas de la calle interesadas por el arte y que realmente pueden adquirir sus obras a unos precios ajustados y colgar una obra de Jim Avignon en sus casas.

Sus obras se han podido ver en todo tipo de espacios y soportes. Desde coches como el Mini hasta un avión de pasajeros. Siempre activo, no pasa una semana sin que tenga entre manos una exposición en cualquier parte del mundo. En sus exposiciones los cuadros se venden a una velocidad increíble y muchas veces pinta los cuadros para una exposición en la misma galería unas horas antes de su inauguración. Es famoso por la rapidez a la hora de pintar sobre papel, cartón o materiales que encuentra en la calle. Esto en sí mismo es una crítica directa al mundo del arte, ya que demuestra que se puede ser prolífico y creativo sin entrar en el juego elitista del mercantilismo del arte,que, a veces, creando escasez de obra de un artista determinado provoca la subida excesiva de su cotización.

Para un artista tan polifacético llegar a componer música bajo el nombre de Neoangin debe haber sido un paso natural en su carrera. Como Neoangin lleva ya más de quince discos, la mayoría autoeditados. La independencia es algo que define la obra de Jim y para mantenerla muchas veces se autoedita sus propios discos y libros. En sus conciertos despliega toda su creatividad decorando el escenario con sus propios dibujos y con un montón de máscaras que utiliza para transformarse en los personajes de sus canciones que están llenas de ironía y estampas del mundo moderno como sus propios cuadros.

Después de desarrollar toda su carrera artística en Berlín, un buen día, movido por ese espíritu inconformista que le caracteriza, decidió cambiar de ciudad. Desde entonces vive y trabaja en Nueva York, donde empieza a ser conocido por su frenética actividad entre conciertos y exposiciones. Aun así, todavía saca tiempo para ir de gira por Europa regularmente. En España ha tocado varias veces en Madrid y Barcelona y ha expuesto en galerías como Iguapop en Barcelona.

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