YOSOYTU

Alrededor de la mitad de las casas embargadas en Estados Unidos por el impago de la hipoteca son destrozadas por sus enfurecidos dueños antes de abandonarlas, según publica "The Wall Street Journal".

El rotativo financiero señala que son los propios agentes de la propiedad inmobiliaria quienes estiman que en torno al 50% de los propiedades embargadas para su posterior subasta presentan daños "sustanciales", de acuerdo con una encuesta realizada por la firma de investigación y mercados Campbell Communications.

Tanto los agentes de la propiedad como las entidades financieras admiten que la forma más práctica de evitar el destrozo de las casas es pagar a los desahuciados "cientos o inclusos miles de dolares" para que dominen su rabia y se vayan sin causar daños.

A este respecto, un agente especializado en embargos que trabaja para Prudential Americana Group admite a "The Wall Street Journal" que puede haber algo de "soborno" o de "pago de rescate" en esta práctica, pero por lo menos así la pérdida de la casa va unida a una cierta ayuda económica, con lo que "ambas partes salen ganando".

"The Wall Street Journal" recuerda que los analistas del mercado inmobiliario prevén que dos millones de propietarios de viviendas se verán sometidos en Estados Unidos a procesos de ejecución hipotecaria a lo largo de 2008.

A este respecto, la Reserva Federal de EEUU informó el pasado jueves de que el 24% de los créditos "subprime" a tipo variable en vigor en enero de 2008 se encontraban en situación de morosidad, con 90 o más días de retraso en el pago de las mensualidades.

Ese 24% de morosidad entre las conocidas popularmente como "hipotecas basura" era el doble del registrado sólo un año antes, lo que da una idea de la velocidad a la que se ha deteriorado la situación del colectivo de personas que debió recurrir a ese tipo de préstamos por falta de garantías e historial crediticio adecuado.

Además, sus perspectivas sólo pueden empeorar, puesto que en enero de 2008 ya estaban en situación de morosidad nada menos que un 9% de quienes habían solicitado su préstamo en los seis meses anteriores, al haber acumulado retrasos en el pago de 90 días o más.