Se habla mucho sobre cómo seducir o ligar, de lo necesario que es saber relacionarse con el sexo contrario, de que estar en pareja es una de las vías principales para conseguir la felicidad completa.
Como todo ello es creíble y además fomentado socialmente, la idea de estar sin pareja cada vez se nos plantea como más intolerable y nos produce ya no miedo sino terror. Todo esto cada día es más aparente, de hecho, vemos como aumentan las páginas en la red que se dedican a poner en contacto a personas que están sin pareja, de la creación de clubs de singles, de agencias que organizan viajes y encuentros para solitarios, en general, de un sinfín de propuestas para poder ser más felices o desgraciados, pero como no, en pareja.
Esta situación refleja el hecho de que la necesidad de amar y ser amados sigue moviendo el mundo y nadie quiere perdérselo.
Pero, no todo vale cuando nos relacionamos con otras personas. Para esto también hay que aprender. Sí, esto de que la seducción es una cuestión innata, de que hay personas atractivas por naturaleza, -recuerda que sólo existen 30 top models en todo el mundo-, no se ajusta demasiado a la realidad.
La verdad es que la seducción es un aprendizaje más, y que hemos de saber no sólo como hacerlo bien, sino sobre todo ver dónde nos equivocamos para perder el miedo.
Si tenemos miedo al rechazo, a que nos digan que no, a no estar a la altura, a creer que el otro no se fijará en nosotros, entonces estamos condenados al fracaso más rotundo.
Y para que lo tengas claro, sólo hemos de dar unos cuantos consejos para que seas un verdadero desastre en el arte de la seducción:
* No sonrías jamás.
* No salgas nunca de casa. Búscate un listado de excusas lo suficientemente creíbles para que te dejen inmóvil en tu sofá.
* Créete que eres poco interesante y que por ello todas las personas que se fijen en ti o por las que tú te sientas atraído/a serán también muy poco interesantes e incluso aburridas.
* No te acicales. Busca la ropa más fea que tengas, o aquella que aunque esté de moda a ti te sienta fatal. O bien, llénate de abalorios -contra más mejor, para que cuando la gente te vea crea que eres un árbol de Navidad. Recuerda, antes muerta que sencilla-. O si lo prefieres, báñate en perfume.
* Ve lo más incómodo/a que puedas. Si nunca llevas tacones, póntelos; si vas siempre con pantalones, ponte falda y medias; utiliza la corbata que escondes al fondo del armario, o sea, contra menos natural te sientas mejor.
* No tomes nunca la iniciativa; seguro que te importa más lo que opinen los demás que lo que desees tú, ya sabes, sea quién sea lo que pueda pensar es más importante que lo que tú piensas.
* No des la oportunidad de que el otro opine por si mismo. Si tú has decidido que no vales la pena, seguro que el otro también lo piensa. No le des nunca la oportunidad al otro de que decida por si solo si tú le resultas atractivo/a.
* Compórtate cómo si fueras perfecto/a. Contrólalo todo y no te relajes en ningún momento.
* La única persona que tiene miedo a la hora de relacionarse eres tú, a los demás no les pasa.
* Si te miran, hazte el despistado/a y no correspondas jamás con miradas de complicidad.
* No creas nunca en ti mismo/a. Seguro que como en alguna ocasión te ha salido mal, esto siempre se va a repetir, por lo tanto, no te esfuerces, éste es tu destino.
* Pero, sobre todo piensa que tu miedo ha de ser inmensamente superior a tu deseo de ser feliz.