Emule Vs Bittorrent Vs Descarga directa
¿Cuál es la mejor manera de compartir nuestros archivos? ¿Hay alguna que destaque o son complementarias? Estas y otras preguntas las intentaré dejar claras al final de esta serie de artículos, en el que voy a comparar las tres vías más extendidas para compartir archivos: el clásico eMule, la versátil red Bittorrent y las recientemente famosas webs de descargas directas. Antes de meternos de lleno, empecemos por definir estas tres redes:
Los contrincantes
La que más tiempo lleva entre nosotros es eMule (aMule en Mac/Linux), y su funcionamiento es sencillo: nos bajamos este programa e instantáneamente tenemos acceso a todos los ficheros que otros usuarios están compartiendo a través de ese mismo programa, valiéndonos de un sistema de búsquedas integrado para encontrar los archivos que necesitamos. Este programa es el más famoso con este sistema, aunque existen decenas de redes diferentes y decenas de clientes, como por ejemplo Ares, SoulSeek o LimeWire, y los ya desaparecidos Napster, Audiogalaxy o Kazaa (como si lo estuviera), y casi cualquier cosa que diga sobre el eMule también se aplica a estos programas/redes.
La siguiente generación de aplicaciones P2P (la siguiente de la siguiente, mejor dicho) le corresponde a Bittorrent, que lleva un par de años viviendo su época dorada. Su diferencia es que apenas se depende de un servidor central (solo para empezar las conexiones), lo que ha provocado mayores velocidades en archivos muy demandados a costa de prácticamente imposibilitar la descarga de archivos más antiguos o menos famosos. Además, al contrario de las redes anteriores, la búsqueda es más difícil y depende de páginas webs que indexen esos archivos; otra diferencia es que tenemos que descargarnos un pequeño archivo .torrent que contiene la información sobre esos archivos, algo un poco más incómodo.
Por último, el tercer gran servicio que está despuntando son los servidores de descarga directa, que echan por tierra todas las ideas P2P y vuelven al clásico modelo de los servidores. Con este método, pagamos un servicio por X días, y por ese tiempo podemos descargar cualquier archivo subido por sus usuarios directamente de sus servidores al máximo de nuestra conexión. Los archivos se encuentran de la misma manera que los .torrent, en Google o en foros, y también suelen ofrecer servicios gratuitos a costa de varias limitaciones. Los más conocidos son Rapidshare y Megaupload, aunque hoy en día salen como setas; como clientes tenemos cualquier gestor de descargas, también los hay a patadas.
Una vez hechas las presentaciones, vayamos al lío, en este caso dividido por categorías:
Catálogo
Según mi experiencia, la red que mayor catálogo tiene es la del eMule, con bastante diferencia respecto a cualquier otra. Por un lado Bittorrent gestiona exitosamente los archivos más demandados, como el último capítulo de tu serie preferida o la última película de Batman; pero por el otro lado fracasa estrepitosamente con la larga cola: ¿cómo puedo bajarme ese capítulo de una serie rara de los años 60? Siendo menos extremistas, ¿cómo puedo bajarle a mi hija/hermana La Sirenita sin morir en el intento?
Algo parecido le pasa a las webs de descarga directa, aunque por otros motivos. Ya sea porque el archivo ha tenido demasiado éxito o porque ha tenido demasiado poco, tanto por la criba continua que hacen en prácticamente todos los servicios o por las limitaciones de borrado de los archivos (no descargado durante una semana, por ejemplo), los archivos alojados en estas redes suelen durar pocos meses.
Frente a esto, los archivos en eMule duran tanto tiempo como los usuarios quieran, porque la copia está en sus máquinas. Se tardará más o menos en transmitirse, pero los archivos están ahí.
Búsqueda de archivos
Esto es discutible, pero creo que eMule también gana este apartado a bastante distancia de Bittorrent o la descarga directa. Es el único que ofrece un buscador integrado, y si no nos gusta pues podemos visitar una de las miles de webs/foros que recolectan o suben esos archivos.
Sí, está claro que con un poco de maña puedes encontrar cualquier cosa en la red Bittorrent, incluso usando un simple buscador como el de Mininova, The Pirate Bay o Isohunt, pero sigue siendo más difícil que la búsqueda en eMule, aunque pueda ser más lenta en algunas ocasiones. No, tampoco es lo mismo buscar en tu web de referencia de descarga directa, aunque para ti sea lo más rápido hay que reconocer que la alternativa sigue siendo mucho más versátil y sencilla.
Todo esto está pensado para un usuario no muy avanzado, así que aunque lo he medido de manera bastante objetiva, está claro que al final te puedes acostumbrar a buscar los archivos mediante Google, y puede que la mayoría de las veces lo hagas en menos tiempo.
Velocidad
Aquí no hay discusión: la descarga directa gana. Punto. Quizás habría que matizar las diferencias entre las redes y cómo afecta a la velocidad, así que allá vamos:
Para empezar, la red eMule, en general, es algo más lenta que Bittorrent, aunque en archivos muy recientes la experiencia de los usuarios puede ser dispar, lo mejor es ver qué tal te va cada una. Con Bittorrent los archivos muy recientes se descargan bastante rápido, aprovechando bastante tu conexión. Y destaco lo de muy recientes, porque un archivo con más de una semana puede que alcance velocidades paupérrimas aunque 6 días antes fuera rapidísimo.
De cualquier forma, hay que tener en cuenta que en estas dos redes la velocidad de descarga depende de los demás usuarios, es decir, que es muy variable y no asegura nada. Frente a estas alternativas, la velocidad que ofrecen los servidores de descarga directa es la máxima de tu conexión (hasta ciertas velocidades, evidentemente), independientemente de la hora que sea o del tiempo que ese archivo fue subido: si está disponible, la velocidad es la máxima.
Este es un aspecto que tienen muy en cuenta los usuarios, y es el principal motivo por el que estos servicios está teniendo un éxito relativo.
Fin de la primera parte
Aquí concluye el primer capítulo de esta mini-serie diaria, que por fuerza he tenido que recortar para no hacerlo demasiado pesado. Empezando mañana, en las sucesivas entregas hablaré del control que nos ofrecen estas redes sobre nuestras descargas, del impacto que tienen en el resto del sistema y también discutiremos aspectos como la diferencia entre los servicios de pago y los gratuitos; para al final extraer unas conclusiones que nos permitan decidir qué red usar en cada momento.
Hoy continuamos el especial sobre P2P y descarga directa que empecé ayer, y que si no has leído te recomiendo que lo hagas antes de seguir con esta segunda parte. Esta entrada está dedicada a analizar el diferente control sobre las descargas que nos ofrece cada método, la posibilidad de tener una velocidad estable o predecible y la relación calidad/precio.
Control
Aquí tenemos un punto bastante importante: el control que nos dan las aplicaciones sobre las descargas y qué efectos colaterales tiene tanto para las propias descargas como para el resto del sistema. Para empezar, los tres sistemas nos dan control para limitar la velocidad de descarga, de tal manera que podemos evitar que el uso de estos programas afecte a otras tareas, como la navegación diaria por la web.
Una vez tenido esto en cuenta, las diferencias se acentúan enormemente, ya que tanto eMule como Bittorrent utilizan una cantidad considerable de ancho de banda de subida. En la realidad, si limitamos esa velocidad también limitaremos severamente la de bajada, lo que puede eternizar esas descargas. Y como disponemos de un ancho de banda mucho menor para el envío que para la bajada, si no la limitamos crearemos un cuello de botella que hará imposible (o dolorosamente lenta) la navegación, por mucho ancho de banda total que tengamos sin usar.
Las descargas directas apenas necesitan enviar datos para mantener viva la conexión, así que el efecto colateral es mínimo, y respetará los límites impuestos sin recortar la velocidad de bajada más de lo que le especifiquemos. Todo esto se traduce en que podemos paralelizar esas tareas, que no se van a canibalizar entre ellas y que por tanto no hay que elegir entre parar nuestras descargas o dejar de navegar por internet.
Velocidad predecible
Esta parte tiene que ver mucho con la velocidad pero no quería llenar ayer ese apartado, porque tiene mucha miga. Por velocidad predecible me refiero a la certeza que tenemos que una descarga acabe en X horas, es decir, la garantía que nos ofrece esa red y las variaciones de velocidad que se pueden dar. Para que la velocidad de una red sea predecible no tiene por qué ser rápida: puede ir a medio gas pero si nos garantiza siempre la misma velocidad puede ser interesante.
Esto es algo que ni eMule ni Bittorrent ofrecen, salvo en casos puntuales. Si ahora mismo una descarga va a 200 Ks, al siguiente minuto no tenemos ni idea de cómo a ir. Lo que es peor, es muy probable que la velocidad vaya decreciendo para que el último 5% vaya desesperadamente lento, algo que nos ha pasado a todos.
De cualquier forma, no hay manera de predecir una hora más o menos precisa sobre cuando acabará esa descarga. ¿Una hora o diez días? Imposible de saber con certeza, así que, por ejemplo, no puedes dejar descargando Metropolis y esperar a que esta noche esté lista justo para la cena.
Frente a esta incertidumbre, las descargas directas te ofrecen con relativa seguridad la hora a la que van a acabar. Vayan a 300 KBs o vayan a 50 KBs, siempre sabes con seguridad la hora a la que terminan. Así que puedes dejar descargando el capítulo de la serie X que a los Y minutos o a las Z horas la tienes lista para ver. Sin duda, este es un buen punto para la Descarga Directa, aunque puedo entender que mucha gente ya está acostumbrada a bajar con antelación y usar la descarga cuando se baje.
Precio
Este punto sería impensable hace un par de años: ¿pagar por lo que puedo conseguir gratis? La amplia mayoría de las redes P2P son gratuitas, esa es su gracia: no tienes que pagar a nadie, si pagas una conexión a internet tienes acceso a todo eso. eMule y Bittorrent lo son, así que claramente son las ganadoras en esta aspecto.
Es cierto que las webs de descarga directa permiten las descargas gratuitas, pero la verdadera experiencia se consigue pagándoles una cuota. De lo contrario tendremos varias limitaciones que simplemente son absurdas y aunque se puede vivir con ellas, no dejan de ser muy incómodas.
No te voy a convencer de que es un timo o de que sí merece la pena pagar por un servicio supuestamente mejor, ya que esto depende de cada usuario. Si están ganando dinero será porque tienen clientes, digo yo. Así que al final del día, el que tiene que decidir si a ti te compensa pagar por estos servicios y tienes dinero, adelante.